Carta inspiradora dedicada a sus profesores de la niñez
Bryan recientemente fue diagnosticado con Asperger al cumplir 23 años. Pasó su niñez y adolescencia sin entender por qué se sentía diferente de a sus compañeros, así que cuando finalmente conoció un diagnóstico fue todo un alivio. Ahora, espera ayudar a los demás mediante la difusión de la conciencia y la comprensión sobre las personas que viven con autismo.
Decidió escribir una carta a una de sus maestras explicándole el por qué de su comportamiento durante la escuela.
La carta dice lo siguiente:
Querida maestra,
Usted le escribió a mi madre y a mi padre una carta muy formal hoy y estuvieron muy estresados lo que me puso muy triste. Quería llorar, pero me cuesta expresar mis emociones. Me enojé en vez de eso y empujé a mi madre lo que me hizo gritar y gritar. Papá, quiero decir Padre, me llevó a mi habitación para un tiempo de reposo. Le dije: “Padre” porque copio a quienes me rodean y quise imitar su estilo de escritura. Señorita Maestra, tengo autismo y quiero que me imite porque yo no quiero ser llamado “malo”.
Yo no soy un niño malo cuando hablo en clases. No quería hacerlo, simplemente no procese lo que usted me estaba diciendo.
En cuanto le grité instantáneamente me arrepentí. La bombilla en el aula está siempre parpadeando y me está causa un gran malestar. Eso me lastima. Me vuelvo ansioso y no puedo encontrar las palabras adecuadas para decirle lo que me está molestando.
Cuando usted me da varias instrucciones verbales a la vez me siento confundido, ansioso, y luego se me olvida lo que me pidió que hiciera. No lo hago a propósito. Tengo una gran memoria de largo plazo, pero una terrible a corto plazo.
Me comunico mejor cuando la información se escribe y me pongo ansioso cuando me pide que debo ponerme de pie y hablar delante de toda la clase.
Mi madre y mi padre lloran cuando les envía una carta para decirles que soy un mal portado. Ellos se culpan a sí mismos, pero no puedo consolarlos – las palabras simplemente no vienen. Esto me molesta.
Vivir con autismo no es fácil. Es realmente difícil.
Pero creo que podemos hacer cualquier cosa cuando ponemos nuestra mente en ello. Todo lo que necesitamos son personas que estén dispuestas a entendernos. Necesito que me entienda.
Por lo tanto, señorita Maestra, quiero que trabajemos juntos y quiero que nos entendamos mutuamente. Una famosa cita que me gusta es: “Si juzgas a un pez por su habilidad para trepar a un árbol, se pasará toda su vida creyendo que es estúpido”. Yo no aprendo cosas de la misma manera que los demás.
No espero que se convierta en una experta en autismo, pero quiero que me entienda lo suficiente para no llamarme “un mal portado”- me duele más de lo que cree.
Gracias maestra por leer esto.
De parte de todos los niños con el espectro.
Ahora, espera ayudar a los demás mediante la difusión de la conciencia y la comprensión sobre las personas que viven con autismo, a través de una página de Facebook “Conciencia del síndrome de Asperger”